Hace algunos días volví a ver el documental de Terry Zwigoff, "Crumb" y no deja de impresionarme el sentimiento de auto conmisceración que me genera, dada la contemplación de tanta conducta freak que no siento tan distante a mí, con el agravante de carecer yo del talento en la mano que tiene Robert Crumb; maravilla de dibujante, extraordinario gusto musical, hombre mordaz , simple y claro, pero siempre al verlo y escucharlo me siento, como él, indefenso ante la vida, y encima aunque arma casi patética, el esgrime un lápiz para defenderse y yo con ese lápiz me sacaría un ojo.
Creo que en la vida somos algo parecido al pan, sí, está la cosecha y el rollo del trigo que creo que es ahí la concepción y gestación; ya luego somos harina amasada cuando pequeños, pan cuando adultos y conforme nos hacemos viejos solo quedan nuestras moronas, somos migajas de lo que fuimos... todos somos Crumb pero sin su talento.
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