viernes, 17 de abril de 2009

Silencios.





La poesía es grande porque dice sin decir, porque sugiere, incita, hace ver lo que ahí no estaba, o estaba en espíritu solamente.
Volví a ver el "Espíritu de la colmena", ¡Ah cómo es buena! es un apabullante comentario crítico social y pasó la censura... nos alimenta de mitos en medio de la parquedad, nos habla de la individualidad soterrada por el colectivo, nos lleva del monstruo de Frankenstein a los hongos, de la guerra civil a la inocencia, del estrépito del tren al murmullo de unas hermanitas en la noche, del cine a la correspondencia.... todo casi susurrado. Volver a aprender a escuchar, a mirar, o quizá nunca olvidarlo, los viejos ya sabemos, vivimos obsesionados con nuestros detalles, ya no descubrimos, no nos fascinamos... a veces para mostrar que estamos vivos...gritamos.

Las obras maestras no necesitan gritar, también se pueden hacer en silencio.

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